La voz

Pocas veces prestamos atención a la voz, es un atributo de nuestro cuerpo que damos por supuesto y creemos que 'funciona solo'.  Sin embargo, la voz es algo casi más personal que las lágrimas y su buena utilización, su adecuado fluir, y su capacidad de expresión son claves para equilibrar nuestras emociones.  La voz es la que transmite, la que expresa, tanto lo que pensamos como lo que sentimos, lo que somos por dentro. Y de esa correcta comunicación, de ese saber decir la palabra justa en el momento justo, depende en parte la salud de nuestro corazoncito...y de nuestra garganta.
Muchos somos los que callamos cosas que nos hacen daño por dentro, o que estallamos de forma desmedida cuando ese tapón ya no puede contener más.  Y si fuéramos capaces de decir lo que queremos, cuando es necesario y de forma serena... no tendríamos por qué estallar, y la herida cicatrizaría bien.  El equilibrio en la comunicación, en la expresión de lo que llevamos dentro a través de la voz, es clave para nuestro equilibrio emocional.  Por eso, técnicas milenarias como el yoga o el qi gong trabajan con sonidos.  La vibración de ese sonido que nosotros mismos producimos mueve montañas.
Y muchos estaréis pensando, si yo soy un gran comunicador, no tengo problemas... a lo mejor sí, o a lo mejor eres un gran comunicador en ciertas facetas de tu vida y en otras no.  Lo ideal es poder expresarse fluidamente en todos los ámbitos de nuestra vida: en lo laboral, las amistades, la pareja, la familia, los extraños...  Y comunicarse fluidamente no quiere decir soltar un montón de palabras, no, quiere decir poder expresar lo más fielmente posible aquello que llevamos dentro y queremos expresar.  Quiere decir no tener miedo a expresar eso que llevamos dentro, aunque nuestra mente racional opine que estamos locos.  Expresar lo que el almita, el corazoncito, esta deseando gritar... sin miedo al qué dirán.  Siendo fieles a nosotros mismos, alineando lo que sentimos, lo que pensamos y lo que hacemos en una sola cosa.  Pero expresarlo bien, serenamente e intentando no herir a los demás gratuitamente, simplemente expresar de forma tranquila, segura, justa.
Esto que puede parecer sencillo en la realidad no suele ser sencillo en absoluto.  Tenemos demasiadas convenciones sociales que cumplir y demasiado miedo a que no nos quieran.
Por supuesto trabajar la voz a través del canto es una gran terapia, sobretodo si encontráis un profesor que entienda esta parte terapéutica del canto.  Pero también a través del yoga, del qi gong, de los cantos armónicos, de la hipnosis, las flores de bach, y la logopedia, se puede hacer una buena terapia.

Gracias,
Laura
www.sanarahora.es
*Estos consejos prácticos no sustituyen en ningún caso la consulta con su médico u otros profesionales de la salud.  Son mi opinión, la responsabilidad de llevarlo a la práctica es de cada uno. Consulte con su profesional de la salud si tiene dudas.

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